El molino de Belén, también conocido como el "antiguo molino" o simplemente "el molino", es una antigua estructura abandonada que data del siglo XVI. Solía hospedar un próspero molino de trigo único en la región hace un par de siglos. Está localizada en la avenida Román Cepeda Flores de Arteaga, frente a la acequia y junto al famoso restaurante "Mi Pueblito".
Historia
En la época revolucionaria, el viejo molino sirvió de parapeto, tanto a las fuerzas federales comandadas por el General Joaquín Mass en 1913, como a las huestes de Don Venustiano Carranza.
Un rayo fue la causa de que el Molino de Belén se incendiara, convirtiéndose en agrietadas ruinas de caliche, deformes pedazos de hierro retorcido y hacinamientos de piedras y tubos, entre los cuales existe aún la famosa muela de piedra traída desde Francia para moler el trigo.
Saga del ladrón de garrafones
El Komisario y su bandurria en el molino.
Durante esta saga, el viejo molino y el terreno circundante fueron usados como fortaleza y escondite por el ladrón de agua conocido como "el Komisario" y sus secuaces. En algún lugar del molino se encuentra una entrada oculta que lleva a un sótano, donde el Komisario guardaba todos los garrafones robados y donde tuvo su batalla final contra Sebastián Peña y los curanderos de Arteaga.
Para más información, véase el artículo principal: Robos de agua purificada.